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Declaración del ministro de Pesca y Océanos Loyola Hearn
Asegurar unas pesquerías sostenibles para hoy y para el futuro
Día Mundial de la Pesca. 21 de noviembre de 2006.
Hoy se celebra el Día Mundial de la Pesca. Esta es una jornada para reflexionar sobre nuestra responsabilidad y nuestra relación – pasada y futura - con las pesquerías del mundo. Es también un día para mirar el futuro y examinar lo que estamos haciendo bien para gestionar estos valiosos recursos, así como para saber qué más debe hacerse.
La pesca es un medio de vida para millones de personas, y millones más dependen del pescado para alimentarse. En Canadá, la industria pesquera proporciona 80 000 puestos de trabajo directos y muchos miles más en otras áreas relacionadas con el sector.
En todo el mundo los países parecen comprender la importancia de lo que supone disponer de unas pesquerías saludables, pero es necesario introducir profundos cambios si queremos mantener la prosperidad de las poblaciones pesqueras.
En 2006 seguimos enfrentándonos a la sobrepesca incontrolada en alta mar. Cerca de nosotros, los científicos nos dicen que el fletán negro no podrá recuperarse si no se respetan las cuotas. También nos advierten de la posible desaparición del atún rojo del Atlántico si los pescadores de las poblaciones occidentales no empiezan a cumplir las reglas. Por desgracia, no de trata de casos aislados, sino que esta situación se da en países costeros de todo el mundo.
Un aspecto importante del problema es que existen demasiados barcos y muy eficientes para pocos peces. Sin embargo, reducir el número barcos o su potencial no es la única respuesta. Tenemos que cambiar por completo la manera de gestionar las pesquerías. Debemos centrarnos en lo que hemos hecho bien, en las medidas que sabemos que funcionan y en buscar nuevas alternativas que nos permitan aprovechar este recurso garantizando su continuidad en el futuro.
Cuando la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico impuso sanciones el año pasado a uno de las partes que practican la pesca, se redujo radicalmente el tamaño de su flota, se llevaron a cabo inspecciones obligatorias en los puertos y comprobaciones en alta mar.
Cuando los miembros de la Comisión de Peces Anádromos del Pacífico Septentrional decidieron abordar la disminución de las poblaciones de salmones del Pacífico, interrumpieron la pesca de salmón en alta mar en el Pacífico Norte y aunaron sus esfuerzos para poner en práctica dichos cambios. Una intensa cooperación a la hora del control y de la supervisión ha frenado la pesca ilegal con red de arrastre en esta zona en un 90%.
Canadá y sus aliados mostraron su voluntad de obtener resultados similares en la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste este mes de septiembre, y lo consiguieron. Según las nuevas medidas de la NAFO, aquellos barcos que no declaren sus capturas con exactitud serán investigados y enviados a puerto para una inspección inmediata. Asimismo, se enfrentarán en sus países de origen a penas importantes, como multas, aprehensión de aparejos y capturas y suspensiones de licencias y cuotas.
El endurecimiento de las penas contra quienes incumplen las normas forma parte de la solución. También debemos asegurarnos de que nuestras decisiones para gestionar las pesquerías se basan en la ciencia, en planteamientos globales de los ecosistemas y en principios de precaución. Esto significa respetar los hábitats pesqueros y las zonas marinas sensibles a la hora de tomar decisiones. También implica privilegiar los planteamientos de prudencia cuando no se dispone de todos los datos necesarios sobre el estado de los peces.
Si adoptamos estas medidas - tomar decisiones basándonos en datos científicos sólidos, adoptar planteamientos de precaución, tener en cuenta la totalidad del ecosistema y aplicar las normas de manera estricta - las pesquerías sostenibles podrán ser realidad.
Tenemos ejemplos que lo demuestran. Las poblaciones de salmón en el Pacífico Norte están más saneadas; el año pasado los miembros de la NPAFC registraron capturas que se acercaron a un nivel récord. La limanda ferruginea del Atlántico Norte se ha recuperado tras una moratoria de cuatro años impuesta por la NAFO. Asimismo, el pez espada del Atlántico se ha recuperado en pocos años tras un plan decenal que puso en práctica la ICCAT.
Es necesario que se produzcan más ejemplos como éstos, y debemos seguir aprendiendo de los errores cometidos en el pasado y de los éxitos conseguidos hasta la fecha. También debemos recordar que es necesario actuar mejor antes que después, así como olvidar los beneficios inmediatos y centrarnos en los intereses a largo plazo.
Canadá posee un largo y brillante historial pesquero. Nuestras comunidades costeras y nuestro medio de vida se basan en esta actividad, y estoy decidido a tratar de conservarla.
El Día Mundial de la Pesca es un momento para reflexionar y para celebrar. También debe ser, a partir de hoy, una oportunidad para evaluar los cambios que hemos adoptados para asegurar la sostenibilidad de las pesquerías.
Honorable Sr. Loyola Hearn
Ministro de Pesquerías y Océanos
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