Hoy día, el valle del río Ottawa alberga la capital de
un país y es un participante activo en la economía de la
alta tecnología de este nuevo siglo. En el siglo XIX, el valle
constituía el centro de las actividades de la industria de
la madera; antes el río había sido la ruta de los exploradores
y de los comerciantes de pieles de animales. Pero antes de la llegada
de los europeos, esta región conoció millenios de historia
indígena.
Es esta historia milenaria la que se narra Kichi Sibi,
un exposición al Museo Canadiense de las Civilizaciones, que puede
visitarse hasta el mes de agosto de 2002. Kichi Sibi, es decir río
grande en la lengua de los indígenas algonquines, da una perspectiva
amplia sobre la historia antigua del valle del río Ottawa utilizando
objetos que han sido encontrados en la región. Durante los
últimos 150 años, paseantes, excursionistas, campesinos y
aficionados de la arqueología descubieron estos artefactos desde
150 años y los han ido donando al museo. Su generosidad, el
trabajo arduo que han realizado y su interés por preservar el pasado,
nos han dando un mejor conocimiento de la historia del valle.
Así, con la información que nos brindan los utensilios,
hemos reconstruido la historia antigua de la región. Nos han
informado, por ejemplo, que los pueblos indigenas vivieron aquí
por un período de 8000 años antes de la presencia de europeos
en Canadá.
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Sitios arqueológicos en la región de Ottawa-Hull
En la región donde se encuentran las ciudades de Ottawa y Hull,
el desarrollo urbano de los últimos dos siglos ha destruido un porcentaje
de los sitios arqueológicos de la capital. Por ejemplo, en
donde hoy se erige el Museo Canadiense de los Civilizaciones, se localizaba
antes un campamento indígena. Lo que quedó de él
fue destruido hacia la mitad del siglo XIX cuando se construyeron los edificios
este y oeste del Parlamento. Afortunadamente, se han preservado varios
artefactos de sitios de la región.
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Un paisaje que emerge: el mar de Champlain
Hace
quince mil años, un glaciar continental que cubría la parte
este de Canadá, comenzó a fundirse, dejando en su lugar grandes
lagos.
Entre doce y trece mil años atrás, el valle del río
Ottawa estaba cubierto por un mar llamado el mar de Champlain. Su
superficie estaba 150 metros más arriba de lo que ahora está
el río que rodea las ciudades de Ottawa y Hull. Era un ambiente
estéril, frío e inhospitalario. No sabemos si hubo
seres humanos en la región en ese tiempo.
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Vislumbres del mar
El
mar de Champlain, que cubría el valle del río Outouais hasta
hace 10 mil años, tenía una variedad muy rica de recursos
marítimos, entre ellos ballenas, focas y especies de peces de agua
salada. Pequeña manadas de caribú (un animal muy semejante
al reno de Europa) y probablamente otros tipos de animales Articos vivían
cerca del mar, pero, hasta hoy día, no hay rastros de que haya habido
seres humanos en la región conviviendo con estos animales de ambiente
frío.
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El rastro más antiguo: el Periodo Paleoindio
(más de 8500 años atrás)
El
rastro más antiguo de la presencia humana en el valle del río
Ottawa tiene más o menos 8500 años. En ese tiempo las
condiciones ambientales eran mejores que cuando cubría la región
el mar de Champlain, que para ese entonces había desaparecido.
Había ahora en el paisaje nuevos animales y plantas.
Durante este periodo, los indígenas elaboraron puntas de piedra
estrechas y largas para construir lanzas o jabalinas y otros tipos de herramientas
de piedra.
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La instalación: el Periodo Arcaico
(entre 8500 y 2500 años atrás)
Durante
el Periodo Arcaico (entre 8500 y 2500 años), el valle del río
Ottawa continuaba transformandose tanto en el aspecto físico como
en el de su medio ambiente. El nivel del río se redujo hasta
su nivel moderno y durante esos 5 mil años, la composición
de los árboles en el bosque cambió también.
Por ejemplo, el bosque de pinos blancos ha sido reemplazado por un bosque
donde se mezclan muchas especies (especies de madera dura y de madera blanda).
El bosque de la época moderna data de hace 3500 años.
Los
seres humanos que vivieron en la región durante ese periodo cambiaron
el estilo de sus herramientas de piedra. Asimismo utilizaron nuevos
materiales, como la fabricación de objectos de cobre, y desarrollaron
nuevas técnicas para trabajarlos, entre otras la elaboración
de herramientas de piedra mediante la utilización de la técnica
de picotar y moler .
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Se domina la arcilla: el Periodo "Woodland"
(entre 2500 y 400 años atrás)
La
presencia de vasijas de cerámica marca el principio de una nueva
época en la historia antigua del valle del río Ottawa.
Los arqueólogos lo llaman el Periodo "Woodland", el cual empezó
hace 2500 años y continuó hasta la llegada de los europeos,
más o menos 400 años atrás. Durante este periodo,
los grupos que vivían en la región empezaron a hacer y utilizar
vasijas de cerámica, al mismo tiempo que continuaban mejorando y
cambiando sus herramientas de piedra.
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Preludio para el cambio: la llegada de los europeos
(400 años atrás)
La
historia antigua del valle del río Ottawa se terminó con
la llegada de los europeos en la región, quienes registraron aspectos
del modo de vida de los pueblos nativos del valle. En 1613, cuando
el francés Samuel de Champlain viajó por primera vez en el
valle, encontró algunas grupos de indígenss algonquines y
escribió sus nombres: quenongebin, oüescariny, kinouchepirini,
kichesipirini, otaguottouemin, matou-oüescariny y charioquet.
Pero los arqueólogos no están seguros de las identidades
de los grupos que dejaron los artefactos que se han descubierto en los
sitios de la época inmediatemente antes de la llegada de los europeos.
!Para solucionar este misterio, son necesarias, más investigaciones¡
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El futuro del pasado
Gracias a los esfuerzos de los aficionados de la arqueología
y otras personas con un interés en el pasado, desde hace un siglo
y medio, se han venido acumulando en el Museo canadiense de las civilizaciones,
una serie de artefactos que nos hablan de más de 8 mil años
de una rica historia humana en el valle del río Ottawa. Pero
hay muchos vacíos en el conocimiento de esta historia, porque pocos
sitios han sido investigados por arqueólogos profesionales.
Los arqueólogos esperan el día en que se disponga de más
información sobre los resultados de las excavaciones que se realizan
en el valle. Si hay un potencial arqueologico, los gobiernos
regionales mandan hacer estudios antes de iniciar algún proyectos
de construcción importante, desde hace algunos años.
Estas reglas no pueden dar marcha atrás a las perdidas de información
del pasado, pero permitirán nuevos conocimientos sobre la historia
antigua de la región.
Tal vez un día podremos apreciar las vidas de quienes nos precedieron
y dar más gran valor a la evidencia arqueologica que existe.
De esta manera, podremos entender mejor nuestro papel en la historia y
nuestro lugar en la continuidad del tiempo.
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